http://www.rincondelpoeta.com.ar/cuento_unelefante.htm
Repensando el contexto del libro: Leemos el “Acerca de” del libro.
En 1976, Un elefante ocupa mucho espacio, el libro de Elsa Bornemann, (fue elegido para integrar la Lista de Honor) del Premio Internacional ;Hans Christian Andersen, otorgado por International Board on Books for Young People, con sede en Suiza. Un año después era prohibido en la Argentina por relatar una huelga de animales. El decreto, fechado el 13 de octubre de 1977, incluía también a El nacimiento, los niños y el amor, de Agnés Rosenstiehl, editado —junto al de Bornemann— por Librerías Fausto.
(Señalaba el decreto militar:)En ambos casos se trata de cuentos destinados al público infantil, con una finalidad de adoctrinamiento que resulta preparatoria a la tarea de captación ideológica del accionar subversivo (...) De su análisis surge una posición que agravia a la moral, a la Iglesia, a la familia, al ser humano y a la sociedad que éste compone.
Fragmento de una entrevista a la autora:
Más allá de la prohibición, el éxito del libro había sido impresionante entre los lectores. Eso fue verdaderamente conmovedor y probó, una vez más, que las prohibiciones no sirven para nada —declara Bornemann al diario Página/12
—. Pero me gustaría que esto no quedara en lo anecdótico: existió la prohibición, el decreto, y fue una cosa muy grave y dolorosa. Aunque también, la escritora recoge una enseñanza literaria sobre aquella circunstancia: Que es, en realidad, una enseñanza de Dalí: en épocas de grandes censuras hay que intentar ser más inteligentes que los censores; una vez más poner el acento en cómo contar una historia, cómo decir lo que quiero decir sin que el censor se dé cuenta.